Prometo colgar TORRIJAS, que es nuestro postre de Semana Santa por excelencia. Y "hornazos", que es un huevo cocido, que sirve de estructura para la pavita o lazo de masa de pan. Es lo típico del Lugar y no falta el día de San Marcos, cuando se sale a comer al campo.
Pero desde que la última generación Torremocha aprendió a andar, cerca del Domingo de Ramos, se celebra en el Cerrillo la búsqueda de los huevos de Pascua. Ojo, que esta es la Pascua de Resurrección; porque pascuas hay muchas: tenemos la pascua navideña, la pascua de pentecostés, la pascua de resurrección y los recortes del sistema público, que también hacen la pascua.
Según nos contaba nuestra tita Roselyne (gracias por tantas y tantas cosas buenas que has compartido con nosotros, aunque ya no puedas leer esto), en Francia la tradición es que, entre el Jueves Santo y el Sábado Santo, las campanas de todo el país dejan de repicar y se explica a los niños que éstas no suenan porque han ido a Roma a visitar al Papa. Que estará o no, porque puede haber renunciado o haberse ido a vivir con su secretario de sonrisa hollywoodiense.
El Domingo de Pascua, día de Resurrección, se celebra con el repicar de las campanas y en Francia los niños también buscan huevos de Pascua (antes de que los buscaran en EE.UU.) Aunque lo del conejo es de Alemania, también lo incluyo, que el cortador venía en un lote que compré, y hay que sacarle partido. Así que ahí están: