En España suena raro el nombre de esta receta. Al menos para mí tres leches, son tres guantás bien dadas con la mano abierta. Pero así se denomina esta elaboración por latitudes andinas (que no se bien si la receta es chilena o argentina). Y nos la hemos traído al mediterráneo
INGREDIENTES para unas 10 unidades:
100 gr de harina normal
3 huevos M
75 gr de azúcar
60 ml de leche
ralladura de limón
1/2 cucharadita de pasta o extracto de vainilla
1/2 cucharadita de levadura
Y para la salsa tres leches: 60 ml de nata para montar, 60 ml de leche evaporada y 60 ml de leche condensada.
Batir las claras a temperatura ambiente 5 minutos, añadir la mitad del azúcar y batir otros 5 minutos. Reservar.
Aparte, batir las yemas con la otra mitad del azúcar. Cuando clareen, añadir la ralladura de limón, la vainilla y la leche y batir hasta que se integre.
Seguidamente, incorporamos las claras a las yemas con movimientos envolventes, evitando que se bajen. Y finalmente, incorporamos la harina del mismo modo.
Hornear en una bandeja para cupcakes, para que no se deformen las cápsulas, durante unos 22 minutos a 180º, en la mitad del horno, con calor arriba y abajo. Siempre es recomendable pinchar con un palillo pasado este tiempo. Si el palillo sale limpio es que están bien cocidas.
Mientras se enfrían, preparamos la salsa, que solo consiste en batir bien los 3 ingredientes de los que se compone. Cuando estén frías las magdalenas, las pinchamos por varios sitios y las vamos bañando con paciencia, hasta que se empapen bien.
Se pueden comer tal cual, es un bizcocho esponjoso y suave que con la salsa, queda perfecto y jugoso. Pero yo tenía ganas de estrenar un set de boquillas que hacen flores del tirón, y que como vendrán de allí, se llaman boquillas rusas
Para eso preparé crema de mantequilla, batiendo 200 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente con 200 gr de azúcar glas y una cucharada de leche, hasta que se forma una crema esponjosa y maleable. La teñí con colorante Wilton en pasta rosa para la flor y verde para las hojas. Es recomendable hacer unas cuantas para probar, que estas cosas no salen bien a la primera (ni a la segunda) y hay que cogerles el tranquillo.
Mención aparte requieren estas cápsulas que da gloria verlas. No pierden el color durante el horneado y como la receta no lleva mantequilla ni aceite, mantienen bien el estampado y no se manchan. Son de la marca Kitchen Craft. Y a mi me da hasta pena tirarlas una vez que me como la magdalena...
Aquí puedes ver cómo queda de entera y lustrosa la magdalena. Esta receta ha sido todo un descubrimiento.
Y este es el corte, con el bizcocho empapado en la salsa de 3 leches. No te cortes al rellenarlo, ya sea con boquilla para rellenar o simplemente pinchando con una brocheta y dejando que se empapen bien. El bizcocho sólo, está algo sequerón para mi gusto, pero con la salsa, queda estupendo.
En cuanto a las boquillas rusas, no se si su numeración está homologada porque en menaje de cocina cada empresa o país va un poco a su aire. Esta flor sale con la nº 10 de la marca española Ibilis. Y hasta aquí esta receta de bizcocho tres leches, en versión magdalena.