Para un molde de 15x6cm
ELABORACION
Triturar las galletas, mezclarlas con la mantequilla derretida y disponerlo sobre la base del molde presionando bien. Llevar a la nevera.
Abrir las dos piezas de fruta por la mitad, y sacar la pulpa con una cuchara sacabolas intentado darle la forma más redondeada posible. El resto de la pulpa del fruto color magenta se tritura y se reserva.
En un bol, batir el queso, yogur, azúcar y el zumo. Por otro lado hidratar la gelatina, calentarla y verterla sobre la masa cuando esté templada. Finalmente añadir la nata semi montada.
Rellenar el molde de hacer esferas, para obtener como mínimo 10 unidades, Congelar un par de horas.
Apartar 230 g de la masa y teñir al gusto con la parte de pulpa triturada que habíamos reservado (yo le puse unos 30 g).
Con esta otra masa, ahora rosa, rellenar otro molde para hacer esferas. También para obtener unas 10. Congelar un par de horas.
El resto de masa blanca que nos queda, la disponemos sobre la base de galleta.
Y preparamos la gelatina transparente: sumerge en agua fría las hojas de gelatina. Pon el agua en un cazo hasta que alcance unos 65º. Échala en un bol.
Escurre las hojas de gelatina y deshazlas en el agua caliente, añade el azúcar y el limón y bátelo hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. Deja que se enfríe hasta alcanzar la temperatura ambiente.
Ahora dispón en la base blanca, las bolas de pitahaya y las de queso como más te guste, y cúbrelas con la gelatina ya a temperatura ambiente. Llévalo a la nevera 10 minutos. Cuando esté consistente, distribuye otra capa de bolas y cúbrelas nuevamente con la gelatina. y llévalo a la nevera una hora, hasta que adquiera firmeza y se pueda desmoldar. El resultado es espectacular. Y supongo que a base de repetir la técnica saldrá cada vez más depurada. Para haber sido un primer intento, no ha estado mal.