El otro día estuve comiendo en un griego. Y me pedí este postre: yogur con miel y nueces. Me parecía un poco simple, pero es una delicia. Supongo que el secreto está en usar un buen yogur griego, con toda la cremosiada que tiene este tipo de yogur, una buena miel ecológica (yo usé una que me dió mi hermana y que tenía ahí retratada) y nueces pecanas, que son menos amargas que las tipo nueces de california
Salvo que no te gusten los ingredientes, es un postre rico, sano y nutritivo. Y tan fácil que tardas más en comértelo que en hacerlo.
En caso de intolerancia a la lactosa sustituye el griego por un yogur sin lactosa. En caso de alergia a la miel, sustitúyela por sirope de arce o por golden syrup, y en caso de alergia a las nueces, sustitúyelas por almendras u otro fruto seco que toleres. Para este postre no hay excusa.
Καλή Όρεξη, que es buen provecho en griego. O eso dice San Google
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