Esta receta de Sacher es diferente, y mucho más cómoda que la que utilicé para la tarta conejo en el árbol. El resultado es irresistible.
La Sacher auténtica es de origen vienés y consiste en dos gruesas planchas de bizcocho de chocolate, rellenas de mermelada de albaricoque, y recubiertas de un glaseado de chocolate. Esta es la versión del libro "Chocolate" de Sandra Mangas, que como dije antes es muy sencilla y está muy rica.
Con los ingredientes de su receta me salieron dos tartas de 18 cm de ancho y 4 de alto, como la de las fotos. Si quieres una solo, divide los ingredientes.
Ingredientes para el bizcocho
150g de chocolate al 55% de cacao
150g de mantequilla
6 huevos
200g de azúcar
150g de harina
1 cuchcharadita y media de levadura
50g de almendras molidas (crudas y sin piel)
Para el relleno:
150g de mermelada de albaricoque
Para la cobertura:
200g de chocolate al 55% de cacao
200ml de nata para montar
50g de mantequilla
Lo primero es ir a recoger almendras al Cerrillo, descapotarlas, partirlas, escladarlas en agua hirviendo, quitarles la piel, dejar que se sequen una noche y picarlas en un robot de cocina. Muchas gracias a mi tito y mi prima por organizar un día de recogida tan estupendo :D
También puedes comprar almendra cruda y picarla o comprar almendra picada o harina de almendra, que es la opción urbana más habitual.
Empezamos con el bizcocho: derretimos el chocolate y la mantequilla juntos en el microondas o al baño maría.
En una batidora montar los huevos con el azúcar a velocidad media-alta durante 5-10 minutos. Después añadirle el chocolate derretido con la mantequilla, cuando esté templado. Incorporar la almendra picada. Por último, tamizar la harina y la levadura e incluirla en la masa a mano con una espátula y movimientos envolventes, para que no se baje la mezcla. Precalentar el horno a 180º. Engrasar dos moldes de 18cm con mantequilla y poneles papel de horno en la base, para que el desmoldado sea mucho más fácil y limpio. Dividir la masa en dos, y rellenar los moldes sin que toque los bordes, vaciando la masa en el centro.
Hornear de 35 a 40 minutos, hasta que pinches con un palillo y salga limpio. Ponlos a enfriar bocabajo sobre una rejilla.
Puedes hacer los bizcochos por la mañana, para dejar que la masa repose, antes de rellenarlos y cubrirlos. Por la tarde, pasadas unas horas, calienta la mermelada para que se licúe, abre el bizcocho por la mitad y extiende una capa generosa y vuelve a unir las dos mitades.
Por último, calienta la nata en un cazo, cuando arranque a hervir, apártala del fuego y añade el chocolate troceado, y remueve, remueve y remueve hasta que se forme un ganaché homogéneo. Antes de que se enfríe, incorpora la mantequilla y vuelve a remover hasta que se disuelva en el chocolate. Cuando esté templado y haya cogido algo de cuerpo, pon el bizcocho sobre una rejilla y esta sobre un plato grande. Vierte algo más de la mitad del chocolate sobre el bizcocho. Lo que caiga en el plato se pude reutilizar para el segundo bizcocho.
El adorno son unas hojas de chocolate modelable. En la receta de Sandra Mangas ella le incorpora unos sellos de chocolate como adorno, pero como no tengo sellos pequeños, con esto nos hemos apañado. Esta es una entrada cargada de agradecimientos: a la autora de la receta lo primero. Gracias por las almendras del Cerillo. Gracias a Fran por las campanas para la foto y a mi tita Gertru, por este posavasos tan mono que me ha traido de Londes, y que me gusta tanto que tenía que colar en alguna foto del blog.