Loaf de limón y arándanos

Empecemos por aclarar el nombre. He buscado la traducción de loaf, y resulta que es hogaza. Y a mi hogaza me suena a pan. Aunque este dulce venga presentado con forma de pan de molde sin rebanar... dista mucho de lo que yo conozco como hogaza. Total, que como no estoy conforme con la traducción, he dejado el nombre original en el título. 

Tiene el punto ideal de dulce, ácido y salado. Y la frescura que añade la fruta a cualquier horneado. La receta es del blog Glorious Treats y viene con medida de taza. Ahí va:
INGREDIENTES
1 taza y 1/2 de harina                                  1 cucharada de levadura
1 cucharadita de sal                                     1/3 taza de mantequilla derretida 
1 taza de azúcar                                           2 huevos M
1/2 cucharadita de extracto de vainilla         La ralladura de un limón mediano
2 cucharadas de zummo de limon                  1/2 taza de leche
1 taza de arándanos. Yo no tenía frescos, así que hidraté en zumo de manzana arándanos desecados.
Glaseado de limón: 2 cucharadas de azúcar derretida, 1/2 taza de azúcar, 2 cucharadas de zumon de limón y 1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Precalentar el horno a 180º y engrasar un molde rectangular de 22x12 o similar. Si pones papel de horno en la base del molde te será más facil luego sacar el loaf para rebanarlo.

Mezclar en un bol la harina, levadura y sal. reservar.

Batir el resto de ingredientes, salvo los arándanos. Luego incorpora la mezcla de harina. Finalmente, con una espátula incorpora los arándanos. Si son frescos, enharíanos un poco antes de añadirlos y así evitarás que se vayan al fondo.

Hornea durante 55 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, salga seco. Mantenlo en el molde media hora fuera del horno, luego lo puedes sacar y dejar que termine de enfriarse sobre una rejilla.

Mientras prepara el glaseado: bate todos los ingredientes, y cuando todo esté integrado y forme una cremita, viértela sobre el loaf. Para evitar que se manche todo, deja el loaf sobre la rejilla y debajo pones un plato. Así puedes volver a volcar lo que vaya cayendo en el plato. Pasados unos minutos se habrá formado la típica corteza blanca del glaseado

 Prueba esta receta de limón. Te sorprenderá: su sabor y textura tiene matices muy diferentes a nuestro tradicional bizcocho de limón (muy rico también) pero así variamos un poquito ¿no?