Empezando el año como debe ser: con una buena dosis de chocolate.
La receta de la mousse es la misma que esta y cubierta de Oreos. Una cosa rápida, que esa mañana trabajé y ni siquiera había comprado los ingredientes. ¡Que bueno es cenar a mesa puesta! Llevando solo postre y vino. Una nueva experiencia vital, y no me ha disgustado.
Que digo yo que Codorniu podría patrocinarme ¿no? A pesar de la lamentable foto nocturna.
Para el 2019 os deseo lo mismo que para los míos: salud (como no) y las tres potencias divinas: entendimiento, sabiduría y voluntad (o así las nombraba mi madre). Si de camino no falta lo necesario para vivir, pues mejor todavía. Feliz año a todos.
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