Ha sido un poco de última hora. Con más tiempo me habría gustado haberle hecho otra decoración, como por ejemplo un mapa de alguna de las rutas del camino (Hola!!!) impresa en papel de azúcar, aunque Angélica me pidió que fuera una tarta normal, sin fondant.
Es un bizcocho de yogur, que no lleva demasiado azúcar en su receta, relleno de crema de turrón, hecho con nata vegetal y turrón, y cubierta con ganache de chocolate. Esta va a ser una tarta viajera, así que hay que ponerle ingredientes que resistan fuera de la nevera.
Luego va adornada con Maltesers, rosetones de crema de turrón y algunos Mikado que hacen las veces de bastón de peregrino y que sirven de soporte para la peregrina, hecha con pasta de azúcar.
Pues ya está. Otra tarta hecha y un par de tardes empleadas en hacer algo que me gusta y me alimenta, aunque ni la pruebe. Feliz camino Antonio (esta frase me recuerda demasiado a otra, pero eso es otra historia).
¡Qué bonita pues por mi pueblín pasa el camino ese! SEguro que estaba riquísima.
ResponderEliminarSalud y a endulzarse mucho amiga, Miguel