Nuca he probado a fumar en cachimba, shisha, narguile o hookah. Ahora están muy de moda en España, entre la juventud (cuando digo eso de "la juventud" me echo 20 años más encima de los que tengo, que no son pocos)
Así que Lola me ha pedido tarta de cachimba para su hijo Luis, que cumple 19 y tiene la suya propia, mucho más sencilla que esta que he hecho de pasta de azúcar, pero era por darle algo de shisha a la tarta.
El bizcocho es de chocolate, y va rellena de trufa. Pregunté si podía poner un toque afrutado, que a mi me gusta con el chocolate. Me recuerda a mi tarta favorita, la Sacher, así que tiene cucharadas de mermelada de albaricoque repartidas por cada capa de la tarta.
La protagonista indiscutible es esta cachimba, que cómo no conozco el tema me ha documentado un poco. Es lo que me ha llevado más tiempo, incluso más que la tarta en sí. Pero estoy contenta con el resultado.
La combinación blanco/negro en una tarta siempre es complicada, porque cualquier detalle chungo se nota muchísimo y si le añades polvo comestible plateado, ya rizamos el rizo. Se desprende y mancha lo negro. Hay que echarle paciencia.
Y ya está. Espero que Luis pueda (por fin) disfrutarla con sus amigos. Muchas felicidades y muchas gracias a Lola por contar conmigo para la tarta.
Soy una persona aficionada a la repostería, dulces y tartas. La casualidad quiso que viera una foto de esta tarta. Y esta me llevó a visitar este blog.
ResponderEliminarSolo quiero mostrar toda mi admiración por esta obra de arte. Tanta dificultad resumida a sencillez, que alcanza un nivel profesional.
Un blog lleno de talento, elegancia y espontaneidad. No sé cuál será la formación de la creadora, pero sí que debería estar en las mejores cocinas. Mi más sincera enhorabuena.
Estoy seguro de que su familia estará muy orgullosa de su creatividad y su don para hacer despertar los sentidos.
Enhorabuena y Feliz Navidad