Había unos cuadraditos de chocolate blanco y negro que se vendían sueltos, no sé si seguirán existiendo. Para mí era el no va más del kiosko. Esta es su versión en tarta.
BIZCOCHO:
Un yogur natural
2,5 medidas de yogur de harina
Media de cacao puro en polvo
2 de azúcar
1 de aceite de oliva suave
2,5 medidas de yogur de harina
Media de cacao puro en polvo
2 de azúcar
1 de aceite de oliva suave
1 sobre de levadura
100 ml de nata
3 huevos M
Se baten todos los ingredientes a la vez y se hornea en dos moldes de 16 cm, engrasados y durante 45 minutos, a 175º, o hasta que al pinchar con un palillo salga seco.
He utilizado la misma crema pastelera de dulce de leche que se detalla aquí.
Cuando los bizcochos están fríos, se abren por la mitad, se les hace un cordón de seguridad por el borde exterior con ganaché de chocolate, que funcionará como dique de contención, y se rellenan con la crema. Repite la operación superponiendo capas hasta llegar a la última que se deja sin crema.
La tarta se cubre por completo con una gruesa capa de ganaché de chocolate con leche.
Este se prepara con 400gr de chocolate al 55% de cacao y 200 ml de nata. Se derrite en varias tantas de mircoondas, de unos 20 segundos, y removiendo bien entre tanda y tanda.
Una vez que esté cubierta la tarta, le pasamos una paleta dentada, para hacerles el surco que rellenaremos con el ganaché de chocolate blanco.
Éste se prepara con 200gr de chocolate blanco y 50 ml de nata. Cuando se enfría y coge cuerpo, con ayuda de una manga pastelera vamos rellenando los huecos.
Luego se le pasa la espátula lisa para unificarlo todo al mismo nivel.
La decoración, a gusto de cada cual: esta lleva chorreones del mismo ganaché de la cobertura, filipinos, maltesers, conguitos, oreo, mini galletas María.
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