La tarta de comunión de Oliver ha sido de lo más original: una Play, con su juego favorito.
La PS4 es de bizcocho de chocolate, que eso no falla nunca. Va rellena de crema de chocolate y chocolate rallado. Luego se recubre todo con ganaché de chocolate para dejarla lisita, y finalmente se cubre con el fondant negro.
El mando también es de bizcocho, pero como hay que esculpirle la forma, lo he rellenado con ganaché, que tiene mas cuerpo que la nata y ayuda a que el corte de la forma sea más limpio. Los símbolos del mando van impresos en papel de azúcar para que así sea exactamente igual que el mando de verdad en formas y colores.
A la Play, para que se parezca a una de verdad le he marcado el SONY a la izquierda y a la derecha le he marcado con un buril el símbolo de PS4
Cuando la play se conecta, se le enciende una lucecita azul longitudinal, que también la he puesto, para darle así un poco de color a tanto negro.
El juego está hecho con pasta de azúcar (fondant) sobre el que he pegado la carátula del juego previamente impresa en papel de azúcar
Y ya para terminar una foto con la de verdad, que me la ha dejado mi hijo, al que he tenido tres días sin Play 😏😏, y la de tarta, para que se vea, que algo se parece ¿no?
