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domingo, 17 de mayo de 2020

El último aplauso

Hoy cumple mi sobrino Rafa 18 años, y esta tarta, se la dedico especialmente. Aunque haré una buena-buena cuando podamos juntarnos todos en el Cerrillo, que van ya cinco cumples familiares en confinamiento.
Creo que la voy a llamar Banoffe Sinatra, porque es un banoffe (plátano y toffe) pero a mi manera. Y ésta es la receta:
INGREDIENTES para molde de 15 cm:
60 ml de aceite de oliva suave
160 de azúcar
1 huevo
125 ml de leche y 1 cucharadita de zumo de limón
150 gr de harina
2 cucharadas de cacao puro en polvo
1/2 cucharadita de bicarbonato y una cucharadita de vinagre
Dulce de leche
2 plátanos
Mantequilla
Nata para adornar (opcional)
ELABORACIÓN:
Mezclar en un vaso la leche y el limón y dejar reposar.
Batir el huevo con el azúcar y posteriormente añadir el aceite.
Mezclar la harina con el cacao. Incorporarla a la masa, alternándola con la leche.
Finalmente, en un recipiente pequeño poner el bicarbonato, añadir el vinagre y cuando reaccione, verterlo sobre la masa y mezclar.
Dividir la masa en dos moldes de 15 cm, previamente encamisados con mantequilla o aceite, y hornear a 175º durante media hora
Mientras se hornea el bizcocho, en una sartén antiadherente,  poner un poco de mantequilla para engrasar la base, y dorar los plátanos cortados en rodajas.
Cuando los bizcochos estén hechos y fríos, los nivelamos quitándoles la pancita que les haya salido en el horno y los abrimos por la mitad. La pancita se la merienda algún voluntario normalmente.
Los vamos untando con dulce de leche al gusto y encima ponemos una capa de los plátanos, y se monta la tarta como muestra la foto.
Lo de la nata, es por darle un poco de contraste, tanto estético, como al gusto. Creo que la nata aligera la tarta, que es contundente.
Parece que hoy hemos dado el último aplauso dedicado a todos los profesionales que se lo están currando de forma especialmente intensa y peligrosa. Eso no quiere decir que hayan terminado, sino que, confiando en el buen entendimiento y sentido cívico de todos los que no corremos esos riesgos, es posible que continúen o continuemos peleando contra esto dentro de unos parámetros de control razonables. 
Mientras nosotros seguimos en casa, haciendo puchero y tartas de plátano, todos esos profesionales de distintos sectores, entre los que están mis compañeros del 061, se la están jugando en primera fila.
A ver si fuera posible que no tuviéramos conductas demasiado egoístas durante unos meses más y que ellos también puedan volver a su casa a hacer su puchero o su Banoffe Sinatra...👏👏👏👏👏👏👏👏👏