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domingo, 22 de marzo de 2020

Los confinamientos con bizcocho, son menos

Ya lo dice el refrán ¿no? : "Las penas con pan, son menos".
Y si en vez de pan, tenemos la posibilidad de hacernos un buen bizcocho para así estar entretenidos y que la merienda sea un rato distinto, pues mejor.
En la primera batida pre-confinamiento lo pensé y eché arándanos al cesto. Pero este bizcocho se puede hacer con cualquier fruta que tengas por casa y que le aporte algo de jugosidad como manzanas, peras, fresas... Lo que hay ahora.
Vamos con la receta:
INGREDIENTES
1 taza y 1/2 de harina                                  1 cucharada de levadura
1 cucharadita de sal                                     1/3 taza de mantequilla derretida 
1 taza de azúcar                                           2 huevos M
1/2 cucharadita de extracto de vainilla         La ralladura de un limón mediano
2 cucharadas de zumo de limón                     1/2 taza de leche
1 taza de arándanos o de manzana o pera picada en dados.

Glaseado de limón: 2 cucharadas de azúcar derretida, 1/2 taza de azúcar, 2 cucharadas de zumo de limón y 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
ELABORACIÓN (más simple, imposible)
Mezclar en un bol la harina, levadura y sal. Reservar.
Precalentar el horno a 180º y engrasar el molde.
Batir el resto de ingredientes, salvo los arándanos. Luego incorpora la mezcla de harina. Finalmente, con una espátula incorpora los arándanos. Enharínalos un poco antes de añadirlos y así evitarás que se vayan todos al fondo.
Hornea durante 55 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, salga seco. Este debe ser el tono de la base del bizcocho, más o menos.
Cuando el molde esté frío, le damos unos buenos meneos y lo dejamos caer varias veces sobre la encimera protegida con un trapo. Cruzamos los dedos y le damos la vuelta al molde. Cuando sentimos que se desprende y cae sobre el plato, la sensación es similar al expulsivo (algunas me vais a entender).
Y así está recién desmoldado. No es para premio de estética gatronómica, pero total, no estamos en ningún concurso. Antes de bañarlo con el glaseado.
Cuando esté totalmente frío, hacemos el glaseado mezclando todos los ingredientes y bañamos el bizcocho. Y a merendar, cuando toque. 
Venga, ANIMO, que de ésta salimos. ¿Cómo? pues no lo se, pero salimos. Y luego tendremos que salir de haber salido... Pero vamos por partes. Por ahora, si no eres de los servicios esenciales para que podamos comer, para que no caigamos enfermos, o para disuadir a los mierdas que salen a darse su paseíto, haz tu parte y quédate en casa. 
¡SALUD Y SUERTE PARA TODOS!