Tarta Banoffee (o de chocolate, plátano y dulce de leche)

 Creo que ya lo he mencionado antes, pero no llevo la cuenta de lo que escribo. En Málaga, hay una cafetería con los que a mi me parecen las mejores tartas y dulces de la capital. Se llama La flor negra. Cuando voy, suelo pedirme tarta de zanahoria o banoffee. Pero nunca he hecho en casa esta segunda. Para este domingo, que lo he echado en el campo, es la que he preparado.

INGREDIENTES  para dos moldes de 15 cm.

2 huevos

200 gr de azúcar

80 ml  de aceite de oliva suave

150 ml de leche

150 gr de harina

50 gr de cacao puro en polvo

2 cucharaditas de levadura

150 ml de agua hirviendo

200 ml de nata para montar muy fría

2 cucharadas de azúcar.

Dulce de leche

2 plátanos

ELABORACIÓN:

Bate los huevos con el azúcar y el aceite. Mezcla la harina con el cacao y la levadura, y añádela, alternándola con la leche. Finalmente incorpora el agua hirviendo hasta que se integre. Divide la masa en dos moldes untados con mantequilla.

Hornea 45 minutos a 175º en horno precalentado con calor arriba y abajo.

Cuando los dos bizcochos estén fríos, ábrelos por la mitad, úntalos generosamente con dulce de leche, cubre la superficie con rodajas de plátano, y tápalo con la siguiente capa. Repite este proceso, formando una torre, hasta llegar a la última capa, dejando el bizcocho sin cubrir.

Monta la nata con el azúcar y cubre la tarta.

Adórnala como prefieras. Esta lleva Maltesers, dados de bizcocho (del primer intento de horneado, que me salió mal como ahora verás) y chispas de chocolate, a los que les he dado un toquecillo de purpurina dorada.

Este champiñón (aunque se me ocurren otras comparaciones menos culinarias) ha sido mi primer intento. Parece mentira que después de ocho años haciendo dulces sigan pasando estas cosas, pero la cocina y la repostería especialmente, es un poco imprevisible. Todavía no sé por qué pudo salir así. Puede ser que mi horno de 22 años, esté empezando a fallar, que ya va siendo hora. Y pierda el calor aunque siga encendido.

Y este es el corte que me ha pasado mi primo Alex, que está a puntito de ser padre con mi prima Eva (No, no son hermanos, pero ya es mi primo también). Les agradezco este día de tertulia y campo. Incluso he tocado la residencia actual de "gomi" que así es cómo se llama el bebé por ahora. Una sensación extraña. Siempre me ha parecido una agresión eso de andar tocándole la barriga a las embarazadas. No le ha dado la gana de moverse. Muy bien que ha hecho, pero todos sabemos que está ahí. 

Los jacintos ya están en flor, anunciando su llegada.