Este mes es así. Comuniones, comuniones, comuniones. Y lo que nos queda, a Dios gracias por la parte que me toca. Hoy tenemos galletas y tarta de comunión para niño. Para la comunión de Jose, así, sin tilde.
Son las galletas habituales, de mantequilla y vainilla. La novedad está en la decoración, que lleva una réplica en miniatura de como irá vestido Jose (aunque los pantalones son más claritos) y la cenefa de flores es el estampado que sirve de base a la mesa dulce que le ha estado preparando su mamá, que es mi compañera Lidia. Aquí va una foto de la mesa, que le quedó preciosa
La galleta de cerca, para que se pueda apreciar el dibujo. Me encanta la carilla de formalito del niño...
Cada galleta va envuelta y etiquetada, también a juego con la decoración de la mesa
Van presentadas en una bandeja de tablitas de madera blanca, pero esto es lo que tenía a mano para las fotos que hice en casa.
Y aquí está el mozo en miniatura, sobre su tarta a juego también con la mesa. El muñeco lo compró Lidia y me lo ha dejado para la foto. Muchas gracias.
Es de bizcocho esponjoso de chocolate. Va calado en sus cuatro capas con mermelada diluida, y relleno con nata y crema de galletas de speculoos, de la marca Lotus, que para entendernos son parecidas a las Yayitas de miel pero menos empalagosas.
En cada capa del relleno van esparcidos pepitas o gotas butterscotch, de Nestlé, que son como las pepitas que se les pone a las cookies, pero, en vez de chocolate, estas son de caramelo que se funde en la boca...A mi me parece que esta tarta tiene que estar para reventar. Tendría que haberme autoinvitado.
Y va con una placa con el nombre, a juego con el tipo de letra de la guirnalda que lleva la mesa. Esto va todo más coordinado que un equipo de natación sincronizada.
Felicidades Jose, y me alegro de que hayas disfrutado tanto de tu primera comunión
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