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domingo, 3 de mayo de 2015

Feliz día de la Madre

Así en mayúscula, Madre.
La que planifica, compra, y prepara desayunos, almuerzos, meriendas y cenas.
La que lava la ropa del cole en días alternos, evitando así tener que comprar 5 mudas.
La que lleva a sus niños al cole y/o los recoge.
La que llega a casa desde el trabajo con la lengua fuera para peparar la comida, y despues de fregar los platos se sienta en el sofá a medio cerrar un ojo y se espabila a los 10 minutos para llevar a sus niños al futbol, al baile o a lo que sea... Y vuelve corriendo para hacer inglés o lengua con los que se han quedado en casa.
A las que juegan al fútbol en el pasillo o en el parque si a los niños les da la gana de salir.
La que aprende nuevos juegos de cartas con 40 años, aunque parezca imposible.
La que se le escapa una lagrimilla o una carcajada con cuaquiera de esos grandes golpes con los que te sorprenden a diario.
La que "disfruta" con las primeras melodias de flauta de sus hijos mientras plancha y les corrije, como si tuvera 4 años de conservatorio.. Porque hay que saber de todo.
La que por la noche cree que va a reventar, pero es capaz de inventarse un cuento base, que cada noche cuenta de una forma distinta, y que recordarán sus niños aunque ya hayan dejado de serlo.
La que goza con un día de campo, viendo a sus hijos asilvestrados, mucho mas que en un viaje o en un restaurante de lujo (¡dónde va a parar!)
También desde aquí medio-felicito, con un sentimiento encontrado que no se si es envidia o pena por ellas, a las que dieron a luz y tienen una madre o una señora a la que pagan para que haga gran parte de lo que sí hacen las que hoy es su día. Ahí queda eso y lo siento, o no lo siento. Tampoco lo se.
Y esta tarta es para celebrar un día tan especial como hoy:
Es una layer cake de bizcocho de guerra calado con almíbar y relleno de suisse meringe buttercream (SMB) de almendras
Encima va una espiral de crema de frambuesa y en los bordes, un adorno con manga y la boquilla nº 1M de Wilton. Tengo el mismo pulso que una señora de 90 años, así que ha salido lo que ha podido.
¿Y ese dibujo tan lindo (o a mi me lo parece) que lleva la tarta por fuera? Hay dos formas: está el chocotransfer, que son dibujos impresos con tinta comestible sobre láminas flexibles de chocolate. Pero los modelos son los que son y si no vives en Madrid o Barcelona, las opciones son limitadas. Así que esto es lo que he hecho: una vez montada la layer cake, se cubre con ganaché de chocolate blanco, una capita fina, lo justo y necesario para luego adherirle el papel de azúcar impreso con un estampado que te encante.
Mides el alto de tu tarta y recortas las tiras necesarias para cubrirla, y las vas adhiriendo poco a poco, con suavidad para no hacer hoyos y que quede uniforme. Yo imprimí dos tiras de 7,5 de ancho y todo lo largo que me daba el folio de papel de azúcar. Las posibilidades son infinitas, y el resultado es tan bonito...Insisto, todo es cuestión de gustos y perdona que alabe tanto el resultado, pero es que estoy encantada.
 Muchas gracias a mi amiga Maribel, que sabe un montón de manualidades y scrap, aunque ella diría que no, y me ha regalado el tarrito que sale en la foto con las servilletas.
El resultado es un bizcocho esponjoso y húmedo, con un toque ácido gracias a la frambuesa. Si por tu tierra consigues frambuesas frescas fácilmente y a precios que no sean de atraco, quedarían muy bien unas cuantas troceadas en el relleno de la tarta. A disfrutarla, que es lo que vamos a hacer nosotros.

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